Reflexionaba recientemente pensando en la satisfacción que sentía al haber realizado lo planeado para el verano. Sería un verano tranquilo, sin presiones de tráfico cruzando el país, disfrtando de mi casa en el campo, con tiempo para leer, pasear, terminar el babero, el abanico, aprender nuevas técnicas de frivolité, tomar el sol ... en fin DISFRUTAR del tiempo.
Como ya os he dicho lo he tenido parado unos cuantos años, pero ahora lo he retomado y ....he trabajado muy a gusto. He dado rienda suelta a mi imaginación y he trabajado con seguridad. Me he sentido muy suelta. Otra cosa es el hilo. Si alguna otra vez, hago de nuevo una Duquesa lo haré con hilo de algódón, nunca más con rayón.
Lo primero ha sido hacer una limpia de hilos. He rematado y cortado los hilos que tenía sueltos y que me impedian trabajar y he dejado el campo libre.
A punto ya de terminar el abanico quise rizar el rizo y en un ataque de perfeccionismo, a pesar de que me daba miedo hacerlo por las posibles consecuencias, solté parte del fondo para hacerlo mejor. El proceso fue perfecto, lo hice son sumo cuidado y no hubo problemas, pero... no se puede controlar todo. En un momento determinado, cuando apenas me quedaban unas puntadas, descubrí que se me había soltado el remate final de una de las piezas. Y ahora ¿cómo arreglo esto?. Me sentí fatal, se había ido al garete un montón de horas de trabajo. Lo he solucionado lo mejor que he podido, pero..... hasta que no le de la vuelta no veré realmente cómo ha quedado.
Así, rematado y sin hilos, mucho mejor para trabajar. |
En la parte derecha se aprecian los espacios del fondo que he soltado para rehacerlos. |
Terminado. La ramita del extremo derecho, bajo la flor rosa es donde he tenido el "accidente". |
3 comentarios:
que preciosidad!!!!!!!no se nota nada.Un beso
Me encanta el abanico y el colorido es perfecto, besos.
Jo que bonito!!!es precioso has hecho un gran trabajo, muchas felicidades!!!!
Estoy ansiosa por ver el resultado final, ya nos lo enseñaras!!!!
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