Es un tipo de encaje que me encanta, tiene unos diseños preciosos. Sólo he trabajado el pequeño corazón que os muestro, porque aunque puede parecer sencillísimo, engaña. Es de los que hay que quitar y añadir bolillos continuamente. En piezas tan pequeñas como esta no importa demasiado, pero imaginaros lo que tiene que ser en las que os muestro más abajo.
Siempre que veo este tipo de encaje y otros de similares dificultades, me vienen a la memora las fotos/cuadros antiguos de encajeras y me enternece pensar en las condiciones en las que tejían, sin apenas luz y con la presión de tener que tejer para ganarse un sueldo. Hacían auténticas obras de arte. En cambio nosotras lo hacemos por afición, tejemos lo que queremos y cuando queremos y en unas condiciones envidiables, en todos los sentidos.